miércoles, 18 de agosto de 2010

Minerales en la Costa Brava

Lojamiento, que ya hemos dicho que no era sincero, tenía un coche de dudosa procedencia. Ni Prudencia, amiga de Minerales, sabía de dónde había salido ese coche. Y eso que Prudencia, que ponía mucho cuidado con lo que hacía, trabajaba en la policía científica. El coche, sin embargo, era muy rápido y Lojamiento lo manejaba a la perfección.

Tanto que en apenas en una horilla (de tiempo, no de playa, que estáis expectantes a que Minerales llegue a la playa) se colocaron en la Costa Brava. Había un aire picante. Se habían pasado ese día con el tabasco de las patatas, bravas, claro, y todo el mundo iba por la calle con la toalla en la boca, porque el olor a picante se les metía en la garganta.

Cuando se quiso dar cuenta Minerales, después de bajar su maleta del coche, Lojamiento le hizo un corte de mangas… se quedó sin las mangas de la camisa y acto seguido se marchó. Ya habíamos dicho que no era un tipo sincero. Minerales, estupefacta y ojiplática, no daba crédito y solo sabía gritar aquello de Insert Coin.

Cuando dio crédito y consiguió cambiar sus billetes en monedas, un perro bravo, con forma de patata y olor picante, le estaba chupando los pies mientras le había dejado un periódico encima de la maleta. Ah, el As con el down less de Lucero Ronaldo, el primo de Cristiano Ronaldo. Y Minerales potó todo lo que tenía en el estómago nada más ver esa imagen del barrigudo jugador del equipo de bolos Parrillero FC.

Y después, allí seguía. Mimoso y llorón. Llorón y mimoso. Y decidió adoptarlo. Como Mario tiene a su Yoshi y Obélix a su Idefix, Minerales ya tenía su mascota. Empezó a pensar en los nombres. Tic tac, tic tac, y no le salía ninguno. Estaba todavía conmocionada por el abandono de Lojamiento. Y claro, mientras le explica a la amable policía Mocionada lo que le había pasado no era capaz de encontrarle un nombre al perro.

Así que como en la Costa Brava todo es posible, el perro habló y dijo

- Como te he traído el As, me puedes llamar Toby-As, muñeca

Y lo de muñeca no era un cumplido, sino que el perro era el único que sabía la verdadera historia de minerales, que era una muñeca de trapo, pero eso es otra historia.

Consiguieron llegar por fin a un motel de carretera, cercano a la playa, donde se instalaron. Minerales y Tobías echaron a suertes para ver quien dormía en la cama y ganó Minerales en el tie break del piedra papel o tijeras. Cuando bajaron al bar, con sus aparejos playeros se encontraron con Prudencia, que venía vestida de uniforme porque Lojamiento había tenido un accidente y le habían asignado el caso a la policía científica.

Prudencia había descubierto que el coche de dudosa procedencia era un descapotable tuneado que evolucionaba de un prototipo no desarrollado que Leonardo Da Vinci había diseñado para que su amigo Miguel Ángel pudiera visitar los fines de semana a sus creaciones David y Moisés.

Así que una vez resuelto el caso, pese a que Lojamiento no había aparecido, y como era viernes, Prudencia decidió pasar el fin de semana con Minerales y con Tobías y se fueron a la playa. Pero eso ya lo veremos en el siguiente capítulo

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