jueves, 26 de agosto de 2010

Las amigas de Minerales...y de Prudencia

Cuando vivía en La Manga, Minerales fue al prestigioso centro escolar RAE, conocido por su apuesta por la lengua. Allí los alumnos eran colocados por sus nombres. Era la forma que tenían los profesores, algo mayores ya, sordos, viejos y desmemoriados, de quedarse con los nombres de los alumnos.

Así, a fuerza de rima, Minerales terminó con una pandilla salada, como el agua de La Manga.

Carnavales terminó, con los años, siendo la salida de la pandilla. Para nada vegetariana y todo fiesta ella. Postales terminó estudiando fotografía. El vídeo no era lo suyo, pero sí la foto. Cereales, hija de emigrantes extremeños. Animales acabó enganchada a los canales de dibujos animados, con una vida infantil total. Florales logró la ilusión de su vida: una casa con jardín, y con Mochales no se pudo hacer nada. Entró en la locura y hubo que dejarla por imposible.

Virales, Vivales y Morales eran las otras tres de las que se acordaba. Las dos primeras eran gemelas, pero muy diferentes en su carácter. Virales, todo el día dando vueltas de aquí para allá, permanentemente desorientada; y Vivales, alegre y feliz, la más dicharachera de la clase. Morales era africana. Sus padres trabajaban en las entonces incipientes huertas murcianas.

Después estaba Prudencia que terminó siendo su mejor amiga. Aunque realmente, como cualquiera puede deducir, incluso los profesores carcas, es que Prudencia no era de la clase de Minerales. El problema es que pronto se quedó sin amigas. Le tocó un curso muy malo, horrible.

Paciencia repitió curso. Era muy lenta. Violencia terminó en un centro de menores con Insurgencia, con Delincuencia y con Puñales por esconder las dentaduras postizas de los profes carcas. Y Concupiscencia tenían un problema de esfínteres.

Así que esas eran las amigas de Minerales y, algunas de las de Prudencia

Con la mayoría dejó de tener contacto, pero poco a poco irán reapareciendo en su vida

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